martes, 28 de abril de 2015

El cuidado de la salud: un problema de relaciones de poder. (capítulo 10)



El cuidado de la salud: un problema de relaciones de poder.  


Los curanderos. Ellos atribuyen sus poderes curativos únicamente a sus espíritus protectores, quienes se posesionan de ellos solamente en las horas dedicadas a su función de curanderos. Cada curandero tiene su espíritu protector exclusivo, quien también, como el curandero, puede ser de un u otro sexo.
Los espíritus protectores son asignados a los curanderos, en su mayoría mujeres, durante el periodo requerido de “revelación” cuya duración varía dependiendo de cada entrenamiento. La revelación puede durar desde algunos meses hasta varios años, según la dedicación de cada persona. Durante esta, la persona esta instruida en las enseñanzas del culto y es preparada para entrar en trance y para curar.
Los pacientes. Cuando busca ayuda , el paciente se acerca al curandero y saluda al espíritu protector con una acostumbrada reverencia. El espíritu protector le responde “yo te puedo escuchar, hijo mío”, seguido de la recitación de una corta bendición. El espíritu protector interrumpe con “¿verdad que usted tampoco puede dormir?” y el paciente en forma acostumbrada dice “si, eso es verdad”. Con este tipo de cuestionamiento, el espíritu protector practica con destreza la técnica de conducción de la impresión que también ayuda a la efectividad terapéutica del protector.

A pesar de que las recetas de los pacientes varían ampliamente, una prescripción común que estas incluyen es la recomendación de visitar el templo para escuchar las enseñanzas de Dios en uno de los días, regularmente programados, en los cuales él habla. 

Los profesionales de la medicina (capítulo 9)




Los profesionales de la medicina

 El ejercicio está reducido a un pequeño grupo de especialistas cuya designación, aunque también de origen divino, difiere notablemente de la que se observa entre tzeltales y tzotziles. En efecto, mientras que en esto grupos el curandero se siente revestido de sus poderes terapéuticos por medio de un contacto directo con la divinidad, que ocurre generalmente en el sueño, entre los tojolabales la elección divina se manifiesta desde el momento del nacimiento, aunque en ocasiones puede ser detectada hasta épocas más tardías con la mediación de otro curandero, quien leerá en la sangre del sujeto su vocación. Esto, sin embargo, son casos excepcionales que solo se presenta en ocasión de hallarse la comunidad falta de especialista, solicitándose la intervención de expertos.
Cuando un pequeño nace, la partera o sus familiares revisan atentamente señales. De ser encontradas, se hace evidente que el recién nacido ha sido el designado para actuar como un intermediario entre los dioses y su propia comunidad.

Curanderos y herbolarios. Estas categorías que en algunas comunidades constituyen una sola, son perfectamente diferenciadas en otras, denominándose al curandero como pitachik, y al yerbero como ajnanum.
Los términos para designarlos hace referencia a su especialización, pues mientras que ajnanum podría traducirse como “el que cura o el que da medicina”; el pitachik atañe a una función más bien diagnóstico.
Probablemente  la principal diferencia entre ambos, a un nivel ideológico, está situada en el campo de acción; pues mientras que el yerbero se restringe a prescribir medicamentos para enfermedades que aunque caigan en el campo de lo sobrenatural nunca penetra en el de la hechicería, el pulsador, gracias a su facultad de “oír la voz de sangre”, puede desenmascarar al individuo causante del daño.

Los brujos. Ocupando la categoría principal entre los personajes con capacidad para influir en el mantenimiento del equilibrio humano se encuentra el brujo, representante y/o aliado del señor del inframundo sobre la tierra, de quien recibe su poder.

El brujo además de manejar la enfermedad, puede manipular la salud. Conoce los procedimientos terapéuticos empleados por el curandero, pero como su poder ha sido acrecentado por su pacto con el inframundo, los rebasa. 

La interacción de modelos médicos (capítulo 8)

La interacción de modelos médicos

La medicina de transición.




La primera gran empresa del Instituto Nacional Indigenista (INI) fue la apertura del Centro Coordinador Tzealtal-Tzotzil en San Cristóbal Las Casas.
Uno de los mayores centros de atención del INI es el programa de salud, suyo objetivo es llevar a los indígenas los beneficios de la medicina moderna.
Las enfermedades y trastornos más comunes que trata el INI son las siguientes: 
Gripe e influenza, Bronquitis, Diarrea y enteritis, Artritis y reumatismo, Accidentes, Disentería, Desnutrición y anemia, Faringitis  Otras enfermedades del aparato digestivo, Conjuntivitis y oftalmia, Ascariasis, oxurasis.

Asistencia a la clínica. Se entrevistó a un total de 172 pacientes tzotziles en tres clínicas y en dos puestos médicos del INI; 136 de ellos enfrentaban por primera vez el tratamiento moderno, mientras que el resto había ya recibido tratamiento del INI. La gran mayoría del grupo clínico fue a recibir servicio médico por recomendación de otras personas que habían obtenido resultados positivos anteriormente; 84 de los pacientes vinieron directamente del INI; 22, recurrieron a la atención del curandero indígena solo en una ocasión antes de ir a la clínica; 17 consultaron a los curanderos 2 veces antes de recurrir a la clínica del INI; 49 habían ido al curandero más de 25 veces antes de asistir al INI.
A veces los curanderos indígenas admiten  que ignoran como curar una determinada enfermedad y recomiendan a su paciente que vaya a la clínica del INI a ser tratado; los médicos del INI son llamados frecuentemente para atender víctimas de accidentes, tales como heridas abiertas por taj de machetes y disentería, que están más allá del alcance de las técnicas tradicionales de curcion de los curanderos.


La medicina moderna alcanza mayor aceptación cuando complementa que cuando excluye la práctica de la medicina tradicional. Los médicos del INI han permanecido en sus puestos un largo tiempo y han ganado la confianza de los indígenas, invitan con frecuencia a los curanderos para que unan sus fuerzas con las de ellos para curar al paciente.

La atención del parto y la antropología médica. (capitulo 7)





La atención del parto y la antropología médica.


Función de la partera. En muchas de las comunidades hispanoamericana la partera asiste a la parturienta durante la gestación, el parto y el periodo puerperal.
La partera tradicional o indígena suele ser una mujer de cierta edad (40 años o mayor) y goza de gran respeto por sus conocimientos que pueden ser obstétricos y rituales.

El parto.  Si bien en cada vez mayor el número de patos hospitalarios, los nacimiento en el hogar atendidos por una partera siguen siendo comunes y preferidos en muchos lugares. En contraste con la posición horizontal y supina durante el parto, utilizada en los hospitales de Estados Unidos, se emplea con frecuencia la posición de rodillas o en cuclillas.
El baño del puerperio.  El baño del puerperio y del calor, en forma de baño caliente en agua de hierbas o de vapor, es una práctica común en los países hispanoamericanos.
El baño tiene las ventajas no solo de higiene física sino también de la limpieza ritual, así como el apoyo y atención emocional y psicológica.
El cordón umbilical.  Las parteras creen que si el cordón se corta antes el niño no sobrevive.
Algunos de los métodos tradicionales de cortar y curar el cordón, como el de cauterización con la llama de una vela o una navaja caliente. Han sido objeto de críticas por parte del personal médico.

En algunos lugares en que resultan difíciles las condiciones de asepsia, esa práctica es beneficiosa, de fácil adaptación y probablemente mejor que el empleo de alcohol exclusivamente, que desinfecta temporalmente el cordón, pero lo deja húmedo. 

El pudor. El valor que se da al pudor constituye un importante factor que puede afectar a la ansiedad del paciente y su comunicación con el médico durante todas las fases del proceso del parto. La sociedad enseña a las muchachas a ser pudorosas, y sienten vergüenza o turbación cuando no se siguen las normas de la modestia. El examen por un médico, especialmente el reconocimiento ginecológico y obstétrico, y las preguntas acerca de la gestación y las relaciones sexuales crean situaciones embarazosas. 

En muchos lugares, los médicos y los recursos para la atención del parte son escasos o están mal distribuidos. Hay una necesidad apremiante de formar personal auxiliar capacitado y establecer otros métodos de atención durante el proceso de parto, en los que se pueda utilizar como base al personal tradicional y la cultura. 

Los terapeutas del modelo tradicional (capítulo 6)





Los terapeutas del modelo tradicional







A los terapeutas en Hueyapan se les conoce con diferentes designaciones. En general, se les da el nombre de curanderos y en náhuatl de tepahtianih. Los hueyapeños se refieren a ellos también por medio de la enfermedad que tratan, como las señoras que levantan sombras o las que curan de aires y otros.
En Hueyapan, la división de los curanderos se hace con base a la teoría de frio y caliente, o sea que existen los que tratan enfermedades de calor y los que aplican remedios para enfermedades frías. Se considera que el primer tipo tiene la habilidad para tratar y curar las mismas enfermedades que un doctor alópata. Estas incluyen malestares relacionados con el sistema frio-caliente o enfermedades naturales como os, disentería, catarro, bronquitis, pulmonías, diarreas, hemorragias vaginales, desequilibrios emocionales como la bilis y los sentimientos. Entre ellos se encuentran la que se conocen como parteras o matronas, que tratan principalmente el embarazo y el parto, otros son los hueseros  que tratan los accidentes de músculos, tendones, venas lastimadas y huesos. Por lo que respecta al segundo tipo de terapeutas, estos tratan las dolencias frías, principalmente la pérdida de la sombra y otras, provocadas por lo aires.

Existen también los brujos y los hechiceros, de los que ya se ha hablado, quienes tratan los padecimientos conocidos como enfermedad echada o brujería que, se supone, solo ellos pueden curar.
Para llegar a ser terapeuta, el individuo puede recibir sabiduría por medios empíricos, ya sea que se instruya con personas mayores y muy experimentadas. Pueden aprender observando la manera en que fueron curados o la forma en que trabajan los curanderos.
Los terapeutas que trata enfermedades de calor informaron haber recibido su sabiduría por medios empíricos, básicamente por la instrucción y la observación.
Los especialistas en enfermedades frías atribuyen su competencia dentro de la terapia a encuentros con seres especiales, aunque en Hueyapan se cree que todas las vocaciones las tiene el hombre como don de Dios.



Introducción al susto (capítulo 5)




Introducción al susto


El siguiente relato describe como una joven enfermó de susto mientras viajaba con su padre: Cuando vadeaban el río, cerca de su rancho, l rápida corriente hizo perder pie a su padre, quien solo logró salvarse sujetándose de una enredadera que colgaba. La hija, desde la orilla, lo veía alarmada. Así informa el padre de la reacción de su hija: “Quince días después, estaba muy enferma de  susto, pero a mí no me pasó nada. Es […] muy interesante; algunos se enferman de susto y otros no, aunque sufran la misma experiencia”
 Todas las sociedades se han visto obligadas a crear procedimientos para prevenir y tratar las enfermedades. Estos procedimientos constituyen dimensiones importantes de una cultura y son sensibles a los valores sociales.
Uno de los objetivos más importantes de la investigación antropológica ha sido demostrar como el entendimiento y las prácticas de salud elucidan los valores, creencias y expectativas normativas predominantes de un sociedad y sirven como espejo de las cualidades afectivas de las relaciones sociales.
Nuestra investigación del susto demuestra como los procesos culturales y patológicos interactúan para formar una entidad desconocida de la medicina cosmopolita.

La mejor manera de enfocar el estudio intercultural del susto es llamar la atención hacia ls formas en que el paciente y su familia describen la condición: la víctima está inquieta durante el sueño, el resto del tiempo inerte, debilitada, deprimida e indiferente al alimento, el vestido y la higiene personal.

Aunque las víctimas del susto se remiten, en el tiempo, a uno o varios acontecimientos traumáticos para explicar su estado, consideramos probable que el susto refleja los efectos acumulativos de un debilitamiento a plazo bastante largo, resultante de problemas sociales que las víctimas no habían logrado resolver, que también exigían energía de la dimensión emocional y la biológica. 

lunes, 27 de abril de 2015

Instituciones, médicos y paramédicos (capitulo 3)




Instituciones, médicos y paramédicos 


El centro de salud C fue fundado en 1976, acompañando el impulso al proceso de industrialización regional y la incorporación de la población al mercado de trabajo urbano y al incremento de la educación formal.
Su localización es el “centro” es decir, en la misma manzana que el palacio municipal u el consultorio del médico privado de mayor clientela y principal competidor del centro de salud. Es frecuente que esta ubicación signifique para las madres de familia, que viven en esta área, una distancia social grande que las detiene para una relación fluida con la medicina oficial.
A veces la distancia social se materializa en solo dos o tres cuadras de distancia espacial, sin embargo, “Es que para ir al centro me tengo que lavar y cambiar de ropa, lo mismo con los chamacos y se pierde mucho tiempo”
Los recursos materiales en el centro de salud consisten en un edificio compuesto por una sala de espera, consultorio, sala de curaciones y de expulsión, dos habitaciones para internación, un sanitario para pacientes (sin agua), la habitación y sanitarios para el médico y una cocina, La medicina que envía la SSA, escaso instrumental, un camilla, un refrigerador para sueros, lámparas y vacunas, botiquines y mobiliario de oficina. El escaso material se esteriliza por hervido. 

La atención materno-infantil que se deriva frecuentemente del programa de planificación familiar, tuvo  mucho mas éxito en la atención de los niños que de las madres.