Los terapeutas del
modelo tradicional
A los terapeutas en Hueyapan se les conoce con diferentes
designaciones. En general, se les da el nombre de curanderos y en náhuatl de
tepahtianih. Los hueyapeños se refieren a ellos también por medio de la
enfermedad que tratan, como las señoras que levantan sombras o las que curan de
aires y otros.
En Hueyapan, la división de los curanderos se hace con base
a la teoría de frio y caliente, o sea que existen los que tratan enfermedades
de calor y los que aplican remedios para enfermedades frías. Se considera que
el primer tipo tiene la habilidad para tratar y curar las mismas enfermedades
que un doctor alópata. Estas incluyen malestares relacionados con el sistema
frio-caliente o enfermedades naturales como os, disentería, catarro,
bronquitis, pulmonías, diarreas, hemorragias vaginales, desequilibrios
emocionales como la bilis y los sentimientos. Entre ellos se encuentran la que
se conocen como parteras o matronas, que tratan principalmente el embarazo y el
parto, otros son los hueseros que tratan
los accidentes de músculos, tendones, venas lastimadas y huesos. Por lo que
respecta al segundo tipo de terapeutas, estos tratan las dolencias frías,
principalmente la pérdida de la sombra y otras, provocadas por lo aires.
Existen también los brujos y los hechiceros, de los que ya
se ha hablado, quienes tratan los padecimientos conocidos como enfermedad
echada o brujería que, se supone, solo ellos pueden curar.
Para llegar a ser terapeuta, el individuo puede recibir
sabiduría por medios empíricos, ya sea que se instruya con personas mayores y
muy experimentadas. Pueden aprender observando la manera en que fueron curados
o la forma en que trabajan los curanderos.
Los terapeutas que trata enfermedades de calor informaron
haber recibido su sabiduría por medios empíricos, básicamente por la
instrucción y la observación.
Los especialistas en enfermedades frías atribuyen su
competencia dentro de la terapia a encuentros con seres especiales, aunque en
Hueyapan se cree que todas las vocaciones las tiene el hombre como don de Dios.
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